jueves, 10 de mayo de 2018

Suplicio. Hipertexto: inspiración de la siesta del martes de Gabriel García Márquez


No quiero salir del paso con las actividades del blog utilizando viejos cuentos que he encontrado escudriñando en mi baúl físico o virtual. En mi entrada anterior hice alusión a que no había escrito antes un cuento, pero en realidad si lo había hecho, ya no quiero decir nada más al respecto porque por lo visto he estado algo amnésico y no recuerdo si he escrito algunos cuantos más como el que les compartiré a continuación.

Éste, es un hipertexto inspirado en el cuento: La siesta del martes de Gabriel García Márquez. Y como habrán evidenciado, en este espacio he plasmado y seguiré plasmando mis sentimientos y creaciones que me parecen valiosas, y qué lugar más apropiado que este para darlas a conocer y mostrar eso que me gusta hacer. Creo que aquí son de mayor utilidad que en el disco duro de mi computador o en mi baúl de papeles importantes


Suplicio

No había día más angustioso para mí, nada se asemeja a esa amarga sensación de una madre cuando siente que su hijo está en peligro, y así era, cada sábado la vida de mi amado Carlos peligraba, pero qué podía hacer yo, los años habían pasado su cuenta en mí y ya no tenía ánimos para realizar las duras labores de lavandería que eran la única fuente de empleo que le brindaban a una mujer sin educación como yo. Esa fue la única solución que encontró mi muchacho para traer un plato de comida a casa. La vida suele ser dura para quienes la desgracia ha caído con inclemencia.

Recuerdo ese gris sábado, el último en que vi a mi Carlitos tan demacrado como nunca antes: el cielo crujía y relampagueaba despiadadamente como si se precipitara a anunciar cada golpe que recibía mi hijo, la tormenta era incesante y parecía que el frágil y oxidado techo de zinc de nuestra triste casa sucumbiría ante el siniestro viento; yo miraba fijamente el tosco y empolvado reloj en la pared mientras sostenía un rosario entre mis manos a la expectativa que en cualquier momento Carlos entraría por esa puerta con su cara destrozada, pero con una fingida sonrisa de satisfacción al entregarme el dinero que había recibido por su pelea de la noche. Pasadas las 2 de la madrugada como era usual llegó mi Carlos, con las heridas de su rostro lavadas por la lluvia y sus ojos y labios a punto de estallar por la hinchazón.

-Aquí estoy madre querida, tal como te lo prometí, dijo mi hijo fingiendo una consoladora sonrisa.
-Gracias a Dios por traerte de vuelta a casa. Pensé en voz alta.

              -Sí, aquí está el dinero que he ganado esta noche. Mi corazón se partió en mil pedazos cuando mi hijito me entregó el dinero y se desplomó en mis brazos. Eso sucedía casi siempre después de sus peleas en el rin de boxeo, pero nunca estaba preparada para verlo así; luego lo acostaba en su cama y curaba sus heridas tan delicadamente que él casi ni se percataba del dolor que sentía. Mientras tanto yo solo elevaba plegarias al cielo, implorando a Dios que el sufrimiento de mi muchacho culminara.

Al día siguiente mis ojos estaban igual de hinchados que los de mi hijo, por supuesto, los míos lucían de esa manera por tanto llanto y por pasar la noche en vela contemplándolo pesarosamente.

              -Tengo mucha hambre mamá, era lo primero que decía él cuando despertaba. -Ya te traigo algo de comer. Inmediatamente corría a la hornilla de barro en el patio y le servía de las tiznadas ollas una taza de chocolate caliente y un pedazo de pan que era lo único que podían triturar sus encías desprovistas de dientes.

              -Debo decirte algo y sé que no estarás de acuerdo conmigo, al igual que no estás de acuerdo con que boxee todos los sábados arriesgando de esta manera mi vida. - ¿Qué pasa?, pregunté con voz nerviosa.

              -Voy a dejar las peleas, ya mi cuerpo no aguanta un golpe más. -Pero eso no es malo, le dije yo con esperanzadora voz. Mi corazón latió tan fuerte al escuchar esa gratificante noticia que incluso brotó una tímida sonrisa de mis labios.

              -Déjame terminar mamá, creo que no me estas entendiendo. De alguna forma u otra debo seguir consiguiendo el dinero para darles de comer a mi hermana y a ti, y sabes que nadie me dará un trabajo honrado porque ni siquiera sé leer y escribir. -Ya veo a que te refieres, le dije, pero tampoco hice nada para hacerlo desistir de sus ideas, era preferible cualquier otra cosa a que mi hijo llegara todo golpeado o incluso que algún día no llegara. -Sabes que no te apoyo en tu decisión, pero ante todo soy tu madre y siempre traté de inculcarles a ti y a tu hermana buenos valores junto con tu padre, y luego lo seguí haciendo sola cuando él partió de este mundo. -Lo sé mamá y lo hiciste muy bien, siempre te he respetado y he tratado de sacarlas adelante honradamente con el sudor de mi frente. -Tú eres un buen muchacho y sé que tu padre estaría muy orgulloso de ti, así como yo lo estoy, jamás hagas daño a nadie y lleva siempre a Dios de tu mano para que te proteja donde quiera que te encuentres.

Luego de esta conversación, mi hijo me lanzó una sonrisa desde el fondo de su alma y me dio un caluroso abrazo como nunca lo había hecho. Tal vez presentía que era la última vez que lo haría, y con voz quebrada me susurró al oído pidiéndome perdón por todas las angustias que me había hecho sufrir. Cuando acabó de comer su desayuno, se levantó de la cama, se colocó una franela de rayas coloridas, un pantalón algo deteriorado, una cuerda en lugar de un cinturón y unos viejos zapatos muy rotos que no resistirían una larga caminata. Sin nada a cuestas, pidió mi bendición, cargó a su hermana por un instante dándole un fuerte abrazo y un tierno beso, y luego salió para nunca más volver.


miércoles, 9 de mayo de 2018

El valor de los tesoros olvidados



Para mí la palabra hablada y la palabra escrita poseen un valor inimaginable, por eso tal vez creo que siempre tengo algo que decir o escribir. Esta entrada la hago para enmarcar esas cosas que en un determinado momento resultan insignificantes, pero cuando vuelves a ellas, las retomas, encuentras un tesoro, algo así como ese carbón que después de mucho tiempo se convirtió en diamante.

Hace algún tiempo le comentaba al profesor José que nunca había escrito un cuento, que escribiría uno -aun lo sigo escribiendo desde esa fecha-, pero mentí. Hoy, mientras buscaba en mi “baúl” de papeles importantes (tareas y documentos de los semestres anteriores) un documento en inglés para una clase, guardado allí hace unos 3 años, me topé de casualidad con este diamante que dos años y medio atrás lo había depositado allí como carbón. Lo digo de esta forma porque en su momento solo fue una tarea más del curso Introducción a la teoría crítica literaria, pero hoy, no me causó el mismo sentimiento, hoy lo vi como algo que debía compartir con alguien más; y aunque no es el super cuento, y corríjanme si estoy alardeando de algo que no parece ser la gran cosa, hallé en este pequeño escrito un destello de imaginación que solo me lo creo hasta ahora.

El papiro sagrado

Cuenta la leyenda que Serket Heru, diosa de la magia, tomó los filamentos de un árbol muy sedoso y con estos elaboró un enorme pliego donde plasmó todos los secretos de la magia. Los humanos, codiciosos por naturaleza, decidieron arrebatarle el divino poder que ella poseía. Tras una inclemente batalla, la diosa cayó vencida, pero con su último suspiro maldijo el mágico pliego con muerte y desdicha para todo aquel que osara usar ese majestuoso poder.

Un noble soldado quien fue asignado para custodiar a la inmortal y hermosa diosa se condolió de su agonizante sufrimiento. – Su belleza no tiene comparación, no cabe duda de que no es de este mundo- dijo hacia sus adentros el bondadoso guerrero. Cada día era más tortuoso que el anterior, tanto para ella que se encontraba encadenada en esa maloliente y húmeda cueva, como para él, que sentía su eterno y agónico sufrimiento en su triste y perdida mirada.

-Qué puedo hacer para ayudarte- -ya no puedes hacer nada, todo mi poder está contenido en el papiro que ustedes me arrebataron. Sin él solo soy un humano más- -lo traeré para ti y te liberaré de tu karma, aunque eso me cueste la vida- decía él mientras ella mostraba una expresión de lástima e incredulidad en su rostro. Esa misma noche el valiente guerrero irrumpió en los aposentos de su faraón, tomó el mágico pliego y lo llevó a su dueña. -Veo que cumpliste tu promesa. Ahora ábrelo- -si lo hago moriré- -dijiste que estarías dispuesto a morir por liberarme-. Tras escuchar esto, el soldado temerosamente abrió el pliego y recitó las inscripciones que ella le había indicado. La diosa absorbió la magia del papiro para siempre, y como un de agradecimiento o tal vez algo de amor, capturó el alma de su servidor -ahora serás el guardián de la magia por toda la eternidad a mi lado-.

viernes, 20 de abril de 2018

Percepción de la realidad


A lo largo de mi vida, he sido testigo de cómo me mueven las situaciones, momentos, sentimientos y el entorno que me rodea, de una manera particular. Por suerte pude descubrir esto muy pequeño y materializarlo poco a poco. Sí, hablo de mi forma de percibir las cosas y de reproducirlas a través de emotivas palabras que tienen la impronta de mi esencia.  

No me considero un poeta, por ahora, aun creo que me falta mucha trayectoria para igualar a los grandes, pero tal vez no los quiera igualar, quizás solo quiero plasmar mis sentimientos en el papel porque eso me libera, me hace feliz; aunque cuando escribes pueden estar presentes un sinfín de emociones que no siempre serán agradables, hay tristezas, alegrías, decepciones, engaños, traición, amor, esperanza, añoranza, nostalgia, desesperación, etc., y esto se convierte en un juego de ideas que se conjugan para darle forma y sentido a un montón de palabras sobre el papel.

Sin más preámbulo, quiero compartir este pequeño escrito, de mí para todos aquellos que deseen leerme:

Y allí estaba ella, ¿de dónde apareció?... La confusión de mi mente no lograba descifrarlo, pero era ella, tan rozagante como jamás la había visto, con su figura recta como mujer distinguida, y con un baño de gris oscuro que iba desde sus pies hasta sus parpados, una particular vestimenta que realzaba su belleza, y que combinaba con esa melena rebelde y rizada con tonos negro y blanco que aludían a sus tantas primaveras, dando una ilusión de gris a la distancia.

Simplemente la contemplaba, la recorría de arriba abajo desde la distancia con la mirada, con mi corazón danzante e incansable, con una tormenta en la garganta que se reflejaba en mis ojos como geiser a punto de ebullir, ¡no es real! Lo decía mi razón, ¡es real! Gritaba mi corazón. De momento esa celestial sonrisa que siempre había estado conmigo dio la razón a mi nostálgico corazón.

Era como haber devuelto el tiempo, un tiempo en el que mi existencia no tenía cabida, su reluciente juventud no era compatible con el presente. Real o no, ese era mi deseo, siempre lo deseé, siempre… desde aquel momento en que su sonrisa vi apagarse, una sonrisa que se desvaneció por un instante, pero siguió conmigo como una marca imborrable. No pude aguantar, no quería cerciorarme de la realidad, solo me bastaría con recordar el sabor de sus abrazos y sentir la armonía que producía su voz. Fue mágico, fue real, fue angelical, fue vivir de nuevo… fue un estallido de emociones que congeló abruptamente la realidad.

Solo unas cuantas palabras me atreví a decir, con la voz ahogada y quebrada: “me había hecho a la idea de que tu luz se había extinguido para siempre para no tener que extrañarte tanto”. Ella sonrió nuevamente y me apoyó en su regazo, sin decirlo me dijo: “aquí estoy” …

Y así, como un hipnotizador dice sus palabras para sacar de trance a quienes ha hipnotizado, así se rompió esa ficticia realidad como un cristal al caer al suelo. ¡Desperté!...


viernes, 13 de abril de 2018

Ejercicio de escritura

Vida

De aquél innombrado lugar, vacío e inerte, abriéndose paso entre la hostilidad y las penumbras, nació Vida. Ella era hermosa y tímida; estaba sola, triste, y no entendía por qué estaba allí, o cuál era su propósito en ese lugar, es más, no sabía quién o qué era ella. Un instinto repentino se apoderó de su ser, algo parecía decirle qué hacer, algo en su interior le decía: “eres creación, eres color, eres luz, eres un don”. En ese momento, ella entendió lo mágico de sí misma. Sopló… y todo aquello árido que la rodeaba, resplandeció. 


Este ejercicio fue una forma de evaluar de una manera rápida nuestro proceso escritural. Al momento de redactarlo, dedujimos que estaba correcto en todos los aspectos, pero al momento de la lectura por parte del profesor, caímos en la cuenta de que habían errores ortográficos un tanto absurdos y a la vez muy comunes para docentes en formación como nosotros. 

Al revisar y transcribir el pequeño escrito, se evidencia que no somos conscientes de los signos de puntuación al momento de redactar, o también, tenemos vacíos que nos hacen cometer este tipo de errores.

Como un aporte adicional, siento que este curso ha sido muy provechoso para nosotros como docentes en formación del área de español, porque el profesor se ha dado a la tarea de volvernos conscientes de esos pequeños y grandes errores que cometemos y que no deberían estar presentes en lo que escribimos, ya que, se supone que la escritura es la carta de presentación de un docente, y más aun, cuando se es docente en el área de español.

jueves, 15 de marzo de 2018

¡Qué “chimba" de parche!


Esta entrada va dedicada a todos ustedes, los (a) “golositos (a)”, los de la doble intención, el sexi, el “princeso”, el “super” hetero y esos (a) que se muerden los labios con esa particular expresión en la cara de ¡qué rico! Espero que Estefa, mi lectora fiel, les pase el dato de esto, y que cada cual se identifique en alguna de las categorías mencionadas.

Tarde de amigos. Muchas “polas” como solemos llamar a esa refrescante y un tanto amarga bebida que nos pone algo contentos y nos relaja. Muchas risas, muchas confesiones, pero así son nuestros jueves después de “communicative competence VIsss”.

Ese Santi, muy impaciente, calentando motores para salir corriendo a la guayaba, nuestro predilecto lugar de “esparcimiento” (gracias Alex, por pasarnos el dato de “los jueves a dos lukas”, ya que nos vetaron del “prove” por ciertas “travesurillas”; Meli, con su actitud de “golosita”, siempre promete con sus “vainas”, y los demás, solo disfrutamos tirando “caja” de eso que en ese lugar pasa.

Estefa, te extrañé allí hoy, siempre le ponés un toque de “picantito” al asunto, pero bueno, se pasó rico. Eso de las probabilidades resulta ser un buen mecanismo para Santi, para lograr sus cometidos con sus añorados “triple D”: el princeso, el de las nalgas “chimbas” y al que yo simplemente llamo, “el bebé”. La próxima finca promete para vos, “aragán”

Ahora comprendo al Dubán, cuando dice “los amo a todos”, realmente se vuelve esto como una especie de fraternidad, de familia, de “Neas, los extrañé mucho. No veía la hora de que se acabaran las vacaciones para votar “escape” con ustedes”, y así somos los afamados de sexto semestre de la licenciatura (me reservo los derechos de esa fama).

Los aprecio mucho a todos “ome” me encanta la particularidad de cada uno de ustedes. Gracias por hacerme participe de esta loca fraternidad. Ah, por cierto, extraño esas disputas en los trabajos grupales con ustedes, Daniel y Dubán. Son la “ostia”

Muchas "polas" hoy provocaron este "desmadre de sentimientos", no estoy borracho, solo un poquito "cogido" (Alex, si lees esto, no le metás doble intención a estas últimas lineas "perro") 

 ¡Profe! No entraré en más detalles porque quiero que conserves esa imagen de “intachables” docentes en formación que tienes de nosotros jajaja.

martes, 13 de marzo de 2018

...


Aquellos que me conocen a fondo, en ciertos momentos se han atrevido a decir que soy una persona muy sensible, más de lo que aparento ser; y realmente ya me lo he creído y hasta lo he demostrado. Pero no me refiero a esa sensibilidad que se traduce en llanto, me refiero a la sensibilidad de percibir la realidad con ciertos matices sentimentales que vuelven todo algo poético, y, asimismo, me gusta traducir sentimientos en poesía.

Eso fue lo que hice aquel nefasto día, aquél inesperado día que cayó como un balde de agua fría, no sobre nuestras cabezas, sino, sobre nuestros corazones. Recuerdo muy bien esa tarde de domingo, lejos de todos, pero con el corazón aferrado a ellos, a ella, si, a ella en particular. Varios días atrás mi primo y yo escuchamos su voz a través de ese mágico invento al que llaman celular, lo llamo mágico porque logró el intercambio de palabras entre ella y yo, las palabras más dulces y felices que me dijo jamás, o al menos las interpreté así. En ese momento me sentí tranquilo, lleno de paz y feliz, y supongo que ella también lo tomó de la misma forma; el encierro en esas cuatro paredes blancas debió ser algo deprimente para ella, ella quien siempre había estado rodeada de tantas personas cada día, ahora solo podía estar rodeada de dos o cuatro de ellos.

La operación se pospuso, pero nada que temer, no era tan grave y daba espera, o eso creíamos todos. La noticia fue traducida por ella como más tiempo sin sus hijos, sin sus nietos, lejos de casa, lejos de su vida. Llegó con la noticia, la depresión, sus fuerzas se iban opacando, su tristeza se hacía cada vez más evidente, eso me contaba mi madre quien estuvo con ella gran parte de ese tiempo, días, días y más silenciosos días a la espera. Ahora parecía inerte, postrada, con los ojos fijos al techo, solo respirando lo necesario… una llamada de mi madre, -ella se puso un poquito mal y la llevaron a otro cuarto, le están haciendo unos chequeos. Eso me dijo. Continué mi domingo normal, algo preocupado, pero no era nada grave, ¿cierto?

…Otra llamada de mamá en las horas de la tarde, el llanto decía mucho, pero sus palabras poco, - se murió… ¿cómo era posible?, ella estaba bien hace unos cuantos días atrás desde nuestra conversación. ¡devastador!

Era hora de partir a su despedida a 8 horas de distancia, mi hermano, mis dos primos y yo, era hora de chocar con la realidad… 10 pm, el bus tomó rumbo, no quisimos mencionar nada al respecto, pero con cada kilómetro que avanzábamos, el corazón se sentía más vacío. No había llanto, solo recuerdos que debían ser traducidos en fortalezas, en amor, pero no tristeza; mi celular, la aplicación de escritura, y lo demás salió del corazón:

“Viejita... Ahora el dolor y el sufrimiento de este mundo terrenal no será más para ti, ahora tu alma es libre y se pasea a merced del viento... Has partido sin decir adiós, has dejado en muchos corazones un inmenso vacío, un vacío que duele en el alma, que carcome el corazón y sucumbe en la mente. Solo queda decir adiós, adiós para siempre; esté es tu momento de gloria, la gloria de Dios se ha posado sobre ti y te ha llevado al eterno descanso. Ahora puedes reencontrarte con esos preciados tesoros que partieron antes que tú, ahora vivirás en nuestros corazones, en donde cada uno de esos recuerdos vividos contigo cobrarán vida hasta el final de cada uno de nuestros días...
Te amaremos por siempre.”


domingo, 4 de marzo de 2018


                                                                                                                      04/03/2018
La mediación

En esta entrada quiero recoger algunos apartes de un tema que es del interés de todos los participantes activos de la sociedad, y por supuesto, en primera instancia, nosotros como futuros docentes al servicio de nuestra sociedad. Se trata de nada menos que de la mediación, un tema que ha resonado mucho en nuestros oídos desde que Colombia inicio unos diálogos de paz o proceso de paz con uno de los organismos delictivos más grande y violento de la historia de nuestro país.

Hablar de mediación no es simplemente una cátedra que debe permanecer relegada a eso, cátedra; hablar de mediación significa entender qué podemos lograr a partir del dialogo y de las situaciones optimas para llevar a cabo un consenso entre partes aisladas por diferencias de índole social, económico, cultural, religioso, etc. Pero debemos entender que este término o más bien esta acción, debe obedecer a ciertos factores para obtener resultados positivos. Tales como: la neutralidad, el conocimiento del conflicto a profundidad, disposición de escucha, análisis de los argumentos de las partes involucradas, entre otros.

Ahora bien, para que haya mediación, debió existir primero un conflicto, entendiéndose este como: “luz y sombra, peligro y oportunidad, estabilidad y cambio, fortaleza y debilidad, el impulso para avanzar y el obstáculo que se opone. Todos los conflictos contienen la semilla de la creación y la destrucción.” (Sun Tzu: “El arte de la guerra”, 480-211 a.C.). Analizando esta definición oriental, vislumbramos algo bueno que hay detrás de cada conflicto, pero allí radica el punto de quiebre situacional, lo que yo considero como “bueno”, para el otro es “malo” y viceversa.

El papel de la mediación entonces consiste en lograr que las partes en disputa lleguen a un acuerdo que beneficie a ambos, haciendo entender a cada uno las fortalezas y desventajas de su postura, lo que es concebible y lo que no, lo que es benigno y lo que es perjudicial. De esta forma, se entiende que la mediación se puede poner en práctica en cualquier ámbito social donde existan condiciones de desacuerdo entre partes.

Esta reflexión la hago con la intención de afianzar nuestro rol como personas activas de la sociedad y como aquellos que formaremos a las generaciones venideras, para que seamos sujetos de creación de ambientes de paz, iniciando desde las aulas de clases y multiplicándolo a la sociedad en general.


domingo, 25 de febrero de 2018


                                                                                   25/02/2018
La inspiración

Triste felicidad

Perdona por no haberme aventado al turbulento mar de ternura y pasión que me brindabas.
MÍRAME. ¡Aquí estoy!
Ahora soy yo quien se quiere ahogar en ese turbulento mar
Pero tú no me permites lanzar.
QUIÉREME. Ahora soy yo quien te quiere ¿y tú...?
ACOMPÁÑAME. Ahora soy yo quien quiere caminar a tu lado.
Aquí estás ¿En mis sueños...? ¿Mis pensamientos...? ¡No!
Ahora el voraz frío no me devora más... Estás aquí, en mi cama...
Siento tus cálidas y delicadas manos acariciar mi pecho
Tan delicada como el suave viento que besa los pétalos de las flores.
Te siento mía ... Dos almas fundidas en un solo ser que sobrepasan el eterno infinito.
Amanece... - ¿Partirás...?
Un candoroso beso y una culpable sonrisa lo dicen todo.
- ¿Te veré pronto?
- ¡Tal vez cuando el inclemente viento me empuje hacia ti!
-Quiero que seas ETERNAMENTE MÍA...
- ¡ahora es tarde…!

Quise abrir este tema con un poema de mi autoría para ilustrar lo que significa la inspiración o estar inspirado.

La inspiración es una forma diferente de aproximarse a la realidad, por medio de ella plasmamos sentimientos y vivencias en el papel (poesía, música, obras de arte, etc.), y que produce en los demás, o más bien, transmite a los demás los sentimientos que ponemos en eso que escribimos. Hay quienes afirman que inspirarse es un efecto espontaneo, que llega en cualquier momento, y que debes hacer uso de ese momento lúcido para producir lo que quieres expresar, pues luego ya se habrá ido y no servirá de nada que fuerces las palabras porque se notará la carga extra que pusiste de más a tu producción.

Asimismo, también hay quienes afirman que la inspiración se puede buscar a través de lugares, momentos, recuerdos y cosas significativas que produzcan algún tipo de sentimiento en nosotros, pero a mi parecer, y partiendo de mi propia experiencia, la inspiración necesita de ambas situaciones para consolidarse. Primeramente, surge una idea, pero esa idea está arraigada a algo que vislumbras, que ya viviste, que perdiste, que deseas, que amas; consiguientemente llegará la inspiración, que es lo que da forma a ese montón de ideas sueltas en tu cabeza.

De esta forma podrás expresar de manera natural una composición que fluye en ti como el curso de un río y que no se detendrá hasta que la hayas terminado, o hasta donde consideres deba terminar tu composición.

lunes, 19 de febrero de 2018


Experiencias significativas de los lineamientos de investigación de la universidad Pontificia Bolivariana

La universidad Pontificia Bolivariana actualmente se encuentra posicionada como una de las 10 mejores universidades de índole investigativo en el departamento de Antioquia, y no es para menos, la apuesta por formar profesionales con una marcada trayectoria en investigación es uno de los retos en nuestra actual sociedad.

En la experiencia de socialización de algunos proyectos de investigación de estudiantes de la facultad de educación el pasado miércoles 14 de febrero, nos dio una perspectiva panorámica y una muestra de la dispendiosa aplicación de la formación investigativa en la cual estamos inmersos desde el segundo semestre de la carrera. Esto es sin lugar a duda un vistazo a la construcción de nuestro proyecto de grados cuando llegue el momento, pero hay que promover estas experiencias desde los inicios de la carrera para que los nuevos estudiantes comprendan de lo que se trata la investigación y a lo que se pretende llegar con ella.

A mi parecer, más que imponer la investigación como una obligación del pensum académico, que ya lo es, se debe crear una cultura investigativa donde los estudiantes disfruten de este dispendioso proceso en sus primeros semestres. Socializar ante ellos los diferentes semilleros y grupos de investigación con los que cuenta la facultad es un cambio de mentalidad y una forma de familiarización para los nuevos estudiantes; no se debe esperar hasta el segundo o tercer semestre para que los estudiantes empiecen a ver un curso que será la guía investigativa hasta el final de la carrera, hay que darles más elecciones, promover más eventos y volver la investigación una cotidianidad y un disfrute para todos los que debemos participar de ella.


sábado, 10 de febrero de 2018


                                                                                                     10/02/2018
El habla

El habla es la forma de comunicación predilecta de los seres humanos, a través de la cual podemos emitir mensajes para comunicar a los demás lo que queremos decir. Por medio del habla podemos persuadir, convencer, motivar, incluso, silenciar al otro; pero para que haya un buen ejercicio del habla, deben existir ciertos factores que fortalezcan la oralidad al momento de hacerlo, estos factores son: la entonación, la respiración, una buena pronunciación, modulación, y complementar esto con la expresión corporal, la cual ayuda a dar credibilidad y apropiación de lo que se dice.

viernes, 2 de febrero de 2018

                                                                                                                        02/02/2018
Importancia de la lengua castellana en los procesos de enseñanza y aprendizaje

La lengua castellana en nuestro contexto ya sea educativo o social, es de gran importancia porque se parte de ella para lograr un entendimiento total del “todo” que nos rodea. A partir de la lengua castellana logramos podemos adquirir las capacidades de lectura del mundo en el cual estamos inmersos ya que esta nos permite leer, interpretar, dar significado y comunicar todo lo que percibimos.

Ahora bien, si a las demás ciencias nos referimos, prima sobre ellas la lengua porque es ella la que permitirá la interpretación y entendimiento de estas. Si no se es capaz de leer el contexto, si no se es capaz de interpretar las situaciones, formulas y enigmas, no hay manera de darle un orden lógico a las cosas, y es precisamente eso lo que nos permite hacer la lengua.
Al parecer en nuestro contexto hay un desconocimiento de la importancia de la lengua castellana. Pretendemos darle relevancia a las matemáticas, a la química, etc., y dejar de lado la base de estos conocimientos que no son aislados el uno del otro.

Ejemplificando la situación, un niño no puede pronunciar los complejos nombres de ciertas formulas químicas si no es capaz de leer, un niño no es capaz de descifrar los problemas matemáticos si no es capaz de entender el contenido de estos problemas ni la información dada para su resolución, y así sucesivamente hasta pasar por todas las áreas del conocimiento. Es momento entonces de dejar de ver todo como una individualidad y mirar mejor los engranajes que hacen que todo se mueva acordemente con respecto al funcionamiento del mundo a partir del lenguaje.

viernes, 26 de enero de 2018

                                                                                
La escucha

La escucha es una de las cualidades más importantes del ser humano. Inicio con la palabra cualidad porque, aunque es algo innato en el ser humano oír, el asunto se vuelve más complicado al momento de la escucha. Para entender esta apreciación, es necesario dar una breve definición de los dos términos mencionados anteriormente y notar sus respectivas diferencias.

Por oír, se entiende la percepción de sonido a través de los oídos; mientras que escuchar implica concentración, atención, razonamiento y pensamiento. Ahora bien, no es tan descabellado decir que siempre estamos oyendo, pero muy pocas veces escuchando. Pongamos un ejemplo contextual para expresar mejor esta idea: en un aula de clase, en la que se encuentran alrededor de 20 docentes en formación recibiendo la cátedra del maestro, la escucha se puede disipar por el ruido, entendiendo por ruido todo aquello que produce una distracción en el acto (el uso del celular, la conversación con un compañero, el avión que pasa por encima del bloque, etc.) y que convierte la escucha en oír, pero este ruido se puede apreciar como un irrespeto hacia quien tenemos al frente haciendo su mayor esfuerzo para impartir sus conocimientos.

La escucha entonces, dependerá también del tono de voz que use el emisor, lo interesante del tema, su desenvolvimiento, etc., todo esto con el fin de no dejar cabida para el ruido que constantemente se presenta en cualquier tipo de contexto, y más aún, cuando para este ejercicio aparentemente simple, intervienen tantos factores como los mencionados anteriormente (concentración, atención, razonamiento y pensamiento). Si uno de estos factores no está en funcionamiento al momento de que el emisor esté impartiendo su discurso, el proceso se perderá y será tomado como un simple oír.

26/01/2018